Parece que Dead Can Dance por mucho que se esfuercen nunca pasan de moda. Hace poco volvieron a ser noticia cuando se reunieron en una gira mundial después de separarse hace casi una década, y el año pasado el sello Black Lotus Records les homenajeó con un doble disco tributo (The Lotus Eaters). Ahora Projekt aprovecha para darnos su punto de vista sobre los australianos y reune en este Summoning Of The Muse un surtido de versiones exclusivamente de la rama ethereal, heavenly voices, neoclassical, darkwave... a cargo de bandas sobradamente conocidas, al menos por los fans de Lisa Gerrard y Brendan Perry, como son Arcana (que se atreve con dos versiones), Black Tape for a Blue Girl, Chandeen, Rajna, Faith and the Muse o Dark Sanctuary. El conjunto de temas es un paseo por la carrera de Dead Can Dance, por su lado más tranquilo, ambiental y asimismo sobrecogedor y fascinante.
Arcana es el encargado de abrir el disco y se decide por 'The Arcane', un poco conocido tema del primer disco de Dead Can Dance, de percusiones y cánticos masculinos, y más adelante reaparecen con una estupenda versión del indispensable 'Enigma Of The Absolute' que imita a la perfección el estilo de la original.
Los encantadores Dark Sanctuary escogen la canción que da título al disco tributo, una de las más cercanas al estilo neoclassical de toda la carrera de Dead Can Dance, sobretodo por el registro de voz de Gerrard y el aire casi religioso que le otorgan las campanas, por lo que les va como anillo al dedo a los franceses. También encontramos a Autumn´s Grey Solace con el tema 'Música Eternal', una canción ambiental y etérea con voz femenina más cercana al darkwave, y a los míticos Faith and the Muse con 'Chant Of The Paladin', de carácter algo más étnico o incluso ritual.
En la quinta pista llegamos a un punto clave en el desarrollo del disco. Les toca a los siempre bienvenidos Black Tape for a Blue Girl y aprovechan para colar el mismo tema con el que participaron en The Lotus Eaters: 'Fortune Presents Gifts Not According To The Book'. No pasa nada porque el tema merece estar. El grupo se hace suya una de las canciones más bonitas cantadas por Brendan Perry sin perder ni un ápice de belleza ni calidad vocal, con un instrumentación delicada y cristalina, que tiene la flauta como protagonista, acompañada por una gama de instrumentos acústicos de cuerda y terminando con un piano hasta llegar al silencio.
Silencio que rompe Rajna con la ya clásica 'Cantara' y, seguidamente, Mirabilis con el lento y pausado 'The Writing On My Father’s Hand'. Y por fin, el tema que no podia faltar, en mi humilde opinión la mejor canción de toda la historia de Dead Can Dance. Hablamos de 'In Power We Entrust The Love Advocated'. Chandeen se acerca a ella a través de un pop ambiental lento y precioso como es costumbre en ellos, concluyendo con una flauta que no deseas que cese nunca.
Nos acercamos al final con el proyecto japonés KOBE, que han escogido un tema de música tribal con mucha percusión y cánticos étnicos, como es 'Bird'; seguido por Athan Maroulis acompañado por Surface 10 versionando y, cerrando el disco, Stoa con una segunda visión de 'Cantara'.
Es normal que en los discos de tributo siempre falten canciones ya que es imposible contentar a todos los fans y depende mucho de los gustos de las bandas implicadas en el homenaje. Además, en este caso, un único disco se queda muy corto para representar la extensa carrera del dúo australiano. Sin embargo, aunque hubiera sido interesante escuchar alguna versión de otros clásicos del grupo como son 'The Host Of Seraphim', 'The Carnival Is Over', 'Ocean', 'Ariadne' o 'Dawn Of The Iconoclast', y quizá no hacia falta repetir 'Cantara', el surtido de canciones escogidas deja un gran sabor de boca y ofrece una buena muestra de lo que son y han sido Dead Can Dance, de lo que han representado para tantos grupos de la escena y la forma que tienen estos de entender el arte de esos maestros llamados Lisa Gerrard y Brendan Perry
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